Hilando historias.
Horas, horas, horas, hastió
Herramientas ¡hazañas!... HIDALGO hostigador.
Horcajadura hipermnesica,* huracán
Hermes hacedor, Hereje hallado
honda hambre, herencia Humana hallada
Herbicidas hierven herbívoros, halando habitudes hermosas
-¿Haber?...
-¡huir, huir humillados!
-¡horda hortera, hablar!
-Hablen HABITANTES hipocondríacos, hampones.
Herederos hipócritas… Huyan hienas hipersónicas.
Homínidos hartos, huecos, horribles. Hazmerreir hacinado.
Humor húmedo, hemorrágico, humillante, hipodérmico.
Hacer hechos horrorosos: Historia huerfana
Hallar hermosa horca. Honor hago ha HIPNOS hipoacusia.
Horas, horas, horas, hastió
Herramientas ¡hazañas!... HIDALGO hostigador.
Horcajadura hipermnesica,* huracán
Hermes hacedor, Hereje hallado
honda hambre, herencia Humana hallada
Herbicidas hierven herbívoros, halando habitudes hermosas
-¿Haber?...
-¡huir, huir humillados!
-¡horda hortera, hablar!
-Hablen HABITANTES hipocondríacos, hampones.
Herederos hipócritas… Huyan hienas hipersónicas.
Homínidos hartos, huecos, horribles. Hazmerreir hacinado.
Humor húmedo, hemorrágico, humillante, hipodérmico.
Hacer hechos horrorosos: Historia huerfana
Hallar hermosa horca. Honor hago ha HIPNOS hipoacusia.
En medio de la tormenta me entretiene la melodía de las nubes que se estrellan evitando que el falso dios nos mire, no dejar que las estrellas guíen al viajero para que se pierda en el desierto, en el agua o en el bosque de sí mismo. Los paraguas cuelgan del techo y una araña teje su trampa en el esqueleto metálico… un rayo para el nacimiento de Zeus, una gota para que brote lo natural entre las piernas de piedras pantanosas.
La ropa húmeda y sucia intensifica el olor, solo faltan los movimientos y pueden llamarme real. Saltar como una rana a la boca del depredador, posiciones al borde del limite, charco-pantano-piedra. Continúa, la sabia inconstancia, ríos de agua hacia la alcantarilla, recuerdos que repercuten, purgan, amansan. Estar en medio de los desnudos cuerpos crucificados y húmedos en sangre y lluvia, leve tornasol libidinoso. La madera violentada por el metal que desafía el azar en cada martillazo a perder la cabeza. El premio es sentir desgarrar carne y tendones, ver brotar el dolor en el peso de sí mismo, pero el metal se baña de lluvia y es nuevamente la lucha de átomos.
Ya no se verá el sol, la tarde ha pasado y aun pero sin fuerzas permanece la tormenta bailando en el desvarió, alejándose. De mi cuerpo sale vapor, olor más fuerte y ahora sudor, el sopor enerva mis poros, las cruces son arboles del bosque. Relámpagos en la distancia iluminan los ojos de los edificios, ahora es el pavimento mojado de cristales… a golpes con el mundo. Y será mejor ir a descansar, la tormenta dejo gotas en los arboles, el verdugo invisible correrá fríamente entre las ramas para que aquellas iluminen mientras caen.
El pasar de la tormenta no destruyo el imperio de la basura, la tierra no quedo limpia sino poco confiable y pantanosa, el espíritu harto de escuchar las gotas y el escándalo eléctrico prefiere envilecerse en la TV.
El abundante bodegón está rodeado de moscas, quieren depositar y ver nuevas larvas surgir, la copa perdió su integridad y por su fina boca broto el vino que humedece el blanco mantel que bordo mamá para matar las tardes de hastío y adormecimiento, cada hilo es una queja… un dolor mojado de mancha rojiza. La intermitente claridad solo deja ver la sombra de lo que es, en un continuo engaño de figuras deformes y monstruosas.
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